A finales del año 2020, y con la pandemia en plenitud, la casa de apuestas de origen británico William Hill anunció su llegada a Colombia tras adquirir la compañía AlfaBet, con operaciones en el país desde el 2018. De esta forma, logró la aprobación de Coljuegos, el organismo de control que se encarga de vigilar todas las actividades del juego de azar en Colombia.
Esta adquisición llegó después de que otras dos casas de apuestas de gran reconocimiento, Betfair y Bwin, hayan obtenido sus respectivas licencias para operar en el país. Esto demuestra que, aunque la pandemia trajo muchos desafíos para el mercado latinoamericano, cada vez son más los grandes nombres que creen en ese público, y llegan a estos países con ofertas de juego muy llamativas.
Con el paso del tiempo, son muchos los jugadores colombianos que se han registrado en William Hill, operador que cuenta con una de las mejores secciones de apuestas deportivas que se pueden encontrar en la actualidad, y adicionalmente pone a disposición de los apostadores de Colombia un apartado de casino conformado por tragamonedas online, ruletas, juegos de cartas y bingos.
Probablemente lo que más ha llamado la atención del casino William Hill en Colombia es precisamente la reputación de esta casa de apuestas, la cual está presente en el mundo de los juegos de azar desde la década de 1930. Esta es, sin lugar a dudas, una carta de presentación que no puede ser obviada, y los colombianos saben muy bien que este tipo de operadores siempre les darán legalidad y seguridad en sus transacciones.
Actualidad de los Casinos Online en Colombia
La regulación de los casinos online en Colombia, que ya lleva funcionando algunos años, le permite a casas de apuestas como la mencionada William Hill prestar sus servicios en todo el territorio nacional de forma totalmente legal. Esto además garantiza que los impuestos generados por esta práctica, que ascienden a sumas importantes anualmente, se dediquen directamente a preservar la salud de los colombianos.
Este modelo colombiano ha sido pionero en Latinoamérica, ya que hasta el momento no hay muchos países que cuenten con claras regulaciones al respecto. Argentina, por ejemplo, maneja regulaciones sectorizadas, mientras que otras naciones como Perú o Chile todavía luchan por crear una regulación y de esa forma poder disponer de los impuestos de estas prácticas para generar mejoras sustanciales desde sus gobiernos.
Esperamos que otros países de la región sigan el ejemplo colombiano, pues eso aseguraría que grandes nombres de la industria puedan acceder a esos países sin reparo alguno. Los latinoamericanos han demostrado ser muy aficionados a los juegos de azar por internet, y los países deben hacer todo lo posible por acercarles alternativas legales, seguras y que se ajusten a las directrices del juego responsable para el beneficio de todos los involucrados.